viernes, 8 de enero de 2010

Caos vehicular en Quito

Foto: Archivo personal / María José Carrera

Todos los días, Quito amanece cubierto por una espesa y oscura nube gris, consecuencia directa de la grave contaminación ambiental que sufre la capital de los ecuatorianos. La razón son miles de vehículos inundando sus calles a diario y a todas horas.

Por su parte, los policías de tránsito ayudan con la congestión vehicular. Se distribuyen en las distintas calles y avenidas para controlar e intentar mejorar el flujo de automóviles. Sin embargo, la falta de colaboración por parte de la ciudadanía, vuelve muy difícil esta labor.

Los conductores no siempre respetan las leyes de tránsito, pasan por alto los semáforos, se detienen sobre los cruces peatonales y estacionan en zonas prohibidas, impidiendo la libre circulación de peatones y el resto de conductores. De la misma manera, los peatones también son usuarios viales y deben sujetarse a las normas, pero a pesar de los cruces y puentes peatonales, estos prefieren atravesar las calles desordenadamente y por cualquier lugar, aún cuando conocen los riesgos que corren.

El trolebús es uno de los transportes integrados de que goza la capital. Es un medio de transporte masivo que fue creado con el fin de ayudar a la ecología, reemplazando varios autobuses por una sola unidad y disminuyendo la emisión de dióxido de carbono, al tratarse de un vehículo que funciona a base de electricidad.

Por nuestra parte, si deseamos ayudar para que la contaminación disminuya notablemente en nuestra ciudad, existen varias alternativas que podemos aplicar:

Si tienes automóvil y es sumamente necesario que te traslades en éste, el consejo es no viajar solo. Puedes optar por llevar a un amigo, familiar o conocido contigo; así no caeremos en el error de “una persona por auto”. O, por qué no, llevar a un gran grupo de amigos en tu vehículo…esto no sólo será muy positivo para el medio ambiente, sino que además hará que tu viaje sea mucho más divertido.

Otra opción es hacer uso del transporte público, evitándose el estrés de conducir por las vías agolpadas de automóviles, durante las horas pico. Si bien es cierto que el sistema de transporte público en Quito no es excelente, es más que seguro que las personas terminan por acostumbrarse, además de ir conociendo los horarios que se ajusten mejor a sus necesidades como usuario.

Y, finalmente, la mejor y más saludable opción es caminar. Si de plano no tienes vehículo propio, un conocido que te pueda llevar y no te gusta emplear el transporte público, conviértete en peatón, camina por las calles de Quito, disfruta el hermoso paisaje y, a la vez, aprovecha para ejercitarte.

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